lombrices a tierra, escudaos en las sombras de la piel si queréis pero el deseo os mantiene atados como una espora al cabo del viento.
los muertos ahora dicen que tienen hermana. lo dicen mientras bailan acerca de las últimas notas que son gruñidos que son tu puta sombra tu calavera dicen que revienta en los labios un nombre y dobla los brazos en cruz. acunando el terreno doce patas de mono, cada una en el plato de un comensal. búscate tu suerte, hermano. échasela a cada uno de los perros.
trífera de sus vasos, de lo que comunican mientras el rescate es inminente queríamos hablar. no hay más mesías si no es dibujado en el lomo de la fiera, al borde del camino.
tú eliges.
arrastrar a tus hijos hacia el precipicio, verlos volar. el tiempo de espera hace rememorar sus pasos y después, desapareces con amargo humo. mala película. malos pasos.
silencio y ungüento para el hambre.
no hay rastros de ti en el cielo.
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