25/4/10

fotografía.

.







en días de hambre el ser solo devora tristes réplicas de sí mismo

en mitades de doce horas reinciden y se coagulan los cachorros de piel blanca

fotografiados en un instante de nieve mientras saltan hacia la muerte


se observa alegría infinita en los ojos negros de los animales

regocijo en los excéntricos labios de los admiradores

una fina hoja que destripa el aire

un resentimiento sobre el cuerpo de la

flor


en años de plegarias el ser solo

solamente sabe escaparse

recordando este momento




.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

precioso.

Marco Antonio Raya dijo...

gracias, ruth.
un abrazo.